Artículos de prensa

05/2005 Ópera. La Forza del Destino, de Giuseppe Verdi

Una Forza de alta calidad vocal y escénica

La forza del destino, G. Verdi. Adelaida Negri, José Gonzalez Cuevas, Leonardo Lopez Linares, Alicia Cecotti, Luciano Miotto, Carlos Esquivel, Claudio Rotella, Sebastiano de Filippi, Gustavo Torella, Vanina Guilledo, Esteban Hildebrand, Coro Juvenil Adrogue (Interno) Coro de la Casa de la Ópera ambos dirigidos por Ricardo Barrera, Diseño de Vestuario: Mariela Daga, Puesta en escena, luces e imágenes: Eduardo Casullo, Dirección Orquestal Giorgio Paganini, función del 24-05-05.

La forza del destino no es, dentro de la producción Verdiana una ópera que se represente permanentemente. Esto se debe a las grandes dificultades que presenta, tanto la escritura orquestal en si misma como también la calidad poco comun para lograr un elenco homogéneo capaz de salvar los grandes problemas vocales que deben superarse.

No tiene momentos fáciles, toda la obra muestra un Verdi maduro donde la línea instrumental, desde la obertura hasta el final, estan desarrolladas con una pluma sabia y por sobre todo, absolutamente sensible a la acción dramática, como en pocas otras obras del genio de Busetto pueden verse.

La orquesta de la Casa de la Ópera de Buenos Aires es escucho afiatada con grandes instrumentistas en tanto en las cuerdas como en el resto de las secciones destacándose la calidad de los bronces que sonaron justos y sin los pifios que acostumbra por ejemplo la orquesta estable del Colón o la del teatro Roma.

La concertación del Maestro Paganini fue acertada no solo por los tempi adoptados sino por el vigor y fuerza que le supo dar que fue, uno de los elementos que hicieron de esta versión una hito destacable en las óperas del circuito no oficial.

Adelaida Negri compuso una Leonora de gran musicalidad, con su acostumbrada calidad escénica y vocal, no solo se destaco en las arias sino también en los conjuntos y en los duos. Fue particularmente aplaudida un su interpretacion del famoso Pace, Pace mio Dio.

José Gonzaléz Cuevas es un tenor que reemplazó a Sergi Gimenez Carreras quien sufrió una indisposición de salud que lo obligo a esperar su mejoría para poder actuar. Realmente por ser un debutante y con semejante rol podemos decir que ha mostrado una voz sumamente interesante y pareja en todo el registro y pese a que se notaba que se mantenía pendiente de la batuta perdiendo mucho en la actuación (situación por otra parte comprensible en un debutante) logró una composicion de don Alvaro mas que aceptable. Le auguramos un muy interesante futuro sobre todo cuando pueda soltarse y complementar su interesante vocalidad con una mejor interpretacion actoral.

Leonardo Lopéz Linares cumplio con solvencia vocal el comprometido rol de don Carlos siendo especialmente destacado su Urna Fatal. Su voz de baritono lírico se adapta perfectamente al rol, al que le infundió caracter y estilo.

Alicia Cecotti compuso una preciosilla de primer nivel, destacándose no solo su calidad vocal sino un juego escénico notable, dandole el caracter indicado y preciso a un rol que resulta un bálsamo entre tanta desgracia dramática.

Carlos Esquivel en el rol del padre guardian, se destaco particularmente por su importante y simple presencia escénica acompañando una voz importante y segura, de buen timbre en las distintas partes del registro y con notable sonoridad.

Luciano Miotto se lució interpretando un Fray Melitone de características acorde con el sentido verdiano del personaje siendo especialmente aplaudido en su intervencion con un grupo del coro (fate la carita..) que mostro un excelente manejo de la interpretación tanto vocal como actoral.

El resto del elenco cumplio con solvencia su participción.

Es importante destacar que la actuación del coro de la Casa de la Ópera ha sido sin duda un puntal básico en el éxito de esta Forza porque se le asignaron no solo las partes vocales sino que mantuvo un actuación impecable y muy poco comun en los generalmente estáticos y aburridos coros de ópera. Integrado por gente joven y muy talentosa que tienen una pasión por la interpretación que se transmite a la sala, se lucio en todas sus participaciones, bailaron, actuaron y se lucieron particularmente el sumamente dificil rataplan y un grupo de ellos hicieron una interpretación memorable en el "fate la carita" junto con Meliton, un verdadero acierto de Eduardo Casullo.

El diseño de vetuario a cargo de Mariela Daga fue sumamente acertado mostrando una paleta de colores sumamente apropiada para cada momento de la obra y un despliege de creatividad para ubicar el mismo en un espacio indeterminado de tiempo. Su vision de los frailes, tonos grises impecables, destacados con cordeles negros, el brillo de la Preciosilla y los uniformes militares, los distintos vestuarios de la protagonista la presenta como una de las mas destacadas diseñadoras de la actualidad.

La puesta en escena lograda por Eduardo Casullo nos sigue mostrando tal como en Nabucco, o en la Aidad de Paraná que es sin duda un experto en el movimiento de grandes masas corales. La dinamica puesta en todos los movimientos fueron acertados y contribuyeron a mantener una tensión notable en los espectadores que aplaudieron estos coros dinámicos asi como la marcación escénica de los solistas. El uso de imágenes digitalizadas constituye sin duda un acierto y una evolución en el concepto de escenografía, tan anquilosada en estos tiempos.

En definitiva, una versión digna de ser vista y recomendada, donde pueden verse imágenes notables y apreciarse voces de alta calidad.

Operayre

Mayo 24, 2005

por Enrique Lamas

 

Vale el empeño en el montaje de un Verdi

«La forza del destino». Ópera en cuatro actos. Lib.: F.M. Piave y A. Ghislanzoni. Mús.: G. Verdi. Dir. Mus.: G. Paganini. Dir. Coro: R. Barrera. Régie: E. Casullo. Vest.: M. Daga. Solistas, Coro y Orq. de la Casa de la Ópera de Buenos Aires. (Teatro Avenida, hasta el 29/5.)

Basada en el drama «Don Alvaro o la fuerza del sino», del Duque de Rivas Giuseppe Verdi, «La forza del destino» es una producción lírica de amplio aliento que eleva al compositor italiano a un primer plano de la operística del Ochocientos. Romántica y con una trama argumental que señala algunas de las características más salientes del principal movimiento estético y social del siglo XIX, también es una obra de la madurez musical de Verdi, tanto en la composición de los grandes cuadros épicos como en el diseño de arias de profunda intensidad emocional.

En la producción presentada ahora por la Casa de la Ópera lo primero que hay que destacar es el empeño en exponer una obra compleja en más de un sentido, con los limitados recursos económicos que poseen los grupos alternativos de ópera de Buenos Aires.

Razonablemente, Eduardo Casullo creó una régie que hizo hincapié en el minimalismo escénico, centrando la atención en el trabajo actoral de solistas y coro e imágenes digitales que ambientan las distintas situaciones, que son muchas. Consiguió una buena dinámica y la narración de los hechos no tiene sobresaltos. El que si los tuvo -al menos en la función que vimos- fue el director musical, Giorgio Paganini, y lo demostró ostensiblemente en el saludo final. Salvando escollos de afinación errática y ciertas caídas rítmicas, el director trató de subrayar la pasión que surge de la partituta e hizo lo que pudo con una orquesta reducida.

Adelaida Negri cantó una «Leonora» de fuste con su amplitud vocal reconocida. Leonardo López Linares construye un «Don Carlos», potente y de gran musicalidad. Alicia Cecotti, una efectiva «Preciosilla» y el tenor José González Cuevas un esforzado y, en ocasiones, eficaz «Don Alvaro», en reemplazo del anunciado Sergi Giménez Carreras, que sin explicaciones no participó de la premiére.

Hubo dos excelentes bajosbarítonos en Carlos Esquivel (Padre Guardián) y Luciano Miotto (Melitón). El Coro de la Casa de la Ópera y el Coro Juvenil de Adrogué cantaron con afinación y garra los momentos de acción colectiva.

A pesar de algunos puntos vulnerables, en suma, la presente versión de «La forza del destino» merece verse.

Diario Ámbito Financiero

Mayo 23, 2005

por Eduardo Vincent